jueves, 10 de octubre de 2013

Mi primer vuelo solo

Hace unos cuantos años mientras estaba haciendo mi curso de piloto, un día escribí esto, inundado de felicidad:

"Hoy llegué a San Justo temprano, con un día soleado y de viento calmo. Tomamos unos mates con Alejandro en la sala de pilotos mientras comentábamos las cosas de siempre. El sábado pasado vinieron a casa Ale y Daniela a cenar y la conversación también giró en torno a eso. Me decía que la pasaron muy bien y que tendríamos que repetir en la casa de ellos.
Luego de unos cuantos mates, me fui a hacer el check del Cessna. Lo encontré sin novedad y con combustible suficiente para la clase de hoy, un poco cubierto de tierra porque como estuvieron pintando el PA-11, el compresor levantó polvo.
Sacamos el avión, hice el start y el calentamiento, que ahora es un poco mas largo porque empieza el frío. Cuando Alejandro subió, me dio el OK para empezar la clase y pedí autorización de rodaje a cabecera. Me autorizan a 16 y me informan el QNH y un viento de 190 a 200/5. Doy el recibido y ruedo a cabecera. La instrucción fue hacer un despegue, un circuito normal, aproximación y aterrizaje.
Me salió todo bastante prolijito, y mientras estábamos en carrera despues del aterrizaje, Ale me dice que volvamos a cabecera para hacer otro. Hicimos 2 circuitos mas, exactamente iguales. Yo lo noté a Ale muy callado, pero imaginé que era parte de la clase. Me dejó completamente solo y no hizo ningún comentario en ninguno de los 3 vuelos.

En el último aproximé un poco alto, y cuando estábamos en final corta, sin decir palabra, me mandé y le dí full flaps. Es la primera vez que hago esto sin mirar de reojo la aprobación de Alejandro, pero parece que la decisión fue correcta y bien recibida por el profe. Cuando el avión se estaba frenando en la pista, Ale me dice: Vamos a hacer el último? Por supuesto que si! pensé yo.
Mientras rodábamos a cabecera por la plataforma principal -porque ahora se habilitó la calle de rodaje nueva- Alejandro me dice -Andá frenando que te tengo que explicar algo.
Paré el avión y lo veo que se desabrocha el cinturón. En ese instante un pensamiento se me vino a la cabeza: Hoy es mi día. Llegó el momento!
Y efectivamente, me dice: -Bueno, ahora te vas a hacer un circuito solo. Y mientras se bajaba, me daba las indicaciones: -Tenés combustible suficiente, 10 grados de flap puestos, la mezcla rica, la incidencia en posición, el aire caliente adentro, está todo listo y en condiciones. Te hacés un despegue normal, nivelás con 600 o 700, hacés un circuito cómodo y aterrizás. Ante la menor duda, hacés un escape y volvés a intentar, y si te ponés nervioso, te das toda una vuelta al aeródromo y te incorporas nuevamente.
Yo me quedé medio mudo de la sorpresa, pero estaba lejos de estar nervioso. Mas bien me sentía emocionado y ansioso, aunque era conciente de la responsabilidad que tenía en ese momento encima.
Alejandro tomó la radio y anunció a la torre "Yanqui Bravo Golf en plataforma, alumno para vuelo solo", luego acomodó el cinturón prolijamente en la butaca, me deseó suerte y cerró la puerta.
Y ahí fue cuando ingresé en otra dimensión. Miraba la butaca derecha vacía, pensaba que tenía el "Cleared for take off" y no lo podía creer! Respiré hondo, miré hacia adelante, puse la mano despacio en la potencia y aceleré suave. Rodé el avión hasta 90 de cabecera y me notifiqué "Yanqui Bravo Golf para posición y despegue" "Autorizado el despegue, Bravo Golf con viento de los 200 a 5 nudos".

Acusé el recibo, me puse en posición, hice el último chequeo de cabina antes del despegue: Incidencia, aire caliente, flaps, mezcla, todo Ok. Le pedí a Dios que me traiga de vuelta entero en este vuelo, miré hacia adelante en la pista y suavemente di potencia a fondo. Por suerte no pensé que en ese momento había varias miradas clavadas en mi. Mientras rodaba a fondo para el despegue, mantuve la dirección en pista bien derechito. La velocidad aumentaba rápidamente por estar el avión mas liviano. 35..., 40..., 45..., 50 millas... y al alcanzar VR lo roté suavemente. El Cessna levantó dócil la nariz y enseguida se fué al aire.
Rápidamente la vista al tablero, repartida la atención. Mantengo la velocidad de ascenso en 70 millas, controlo el rumbo para no salirme del eje de pista, miro el variómetro para ver el régimen de ascenso, vuelvo a mirar la velocidad, controlo las RPM y de paso le doy una miradita a la presión de aceite. Corrijo un poco la deriva para que el viento no me saque. y miro el altímetro, ya casi estoy en 300 pies. No podía creer lo que estaba haciendo! Entonces me salió de adentro la necesidad de descargar un poco de tensión y pegué un grito con toda mi fuerza, por supuesto con micrófono cortado!
Vuelvo a controlar la velocidad y el rumbo y como ya alcancé los 300, le saco los 10 de flap que tenía. El avión siempre se va abajo de nariz en ese momento, pero como ya lo sé de antemano, me anticipo y tiro del comando suavemente para ganarle. Ahora que el Cessnita está limpio la velocidad aumenta rápidamente, así que le levanto mas la nariz para mantener unas 75 millas en el ascenso.

El rumbo sigue correcto y ahora que ya estoy en unos 500 pies, aprovecho para echar una miradita por la ventanilla. Veo abajo la avenida Ricchieri, los tanques de YPF y a lo lejos, la bruma de Buenos Aires. Ya estoy en 600 pies, así que empiezo a quitar potencia para nivelar. Cuando estoy recto y nivelado, miro la velocidad, 90 millas y empiezo el viraje de 90 por izquierda, hasta que estoy con rumbo 60 aproximadamente. Vuelvo a nivelar el avión y miro la pista que acabo de dejar para controlar que no me haya desplazado demasiado del eje.
Hacia adelante veo que los tanques de YPF se me vienen encima, así que viro nuevamente a izquierda para evitar sobrevolarlos. Vuelvo a controlar la altura, la velocidad, las RPM, el variómetro y cuando termino el viraje, ya estoy en inicial de 16.
Tomo la radio y me notifico: "Yanqui Bravo Golf en inicial de uno seis". Miro la pista, abajo a mi izquierda y veo otro Cessna que está a 90 de cabecera. La torre me contesta: "Recibido Yanqui Bravo Golf, vuelva en final".

En eso escucho un avión que se notifica iniciando procedimiento tres seis cero. Pensé: -Tengo suficiente tiempo para aterrizar antes que él, si la torre me autoriza.
Reduzco la velocidad a 80 millas y pongo 10º de flap. Tengo intención de estirar un poco el tramo inicial para tener una final larga y cómoda. En eso miro para arriba y veo al PA11 que había pedido 360 a unos 400 pies mas arriba. Eso me daba suficiente tiempo para aterrizar cómodo. Suena la radio que me llama: "Yanqui Bravo Golf, autorizado a final y aterrizaje" Buen tipo el controlador: como sabe que es mi primer solo, trató de hacérmela fácil y me liberó hasta el aterrizaje sin que se lo pida.
"Recibido Yanqui Bravo Golf y gracias", contesto. Me tomé un segundo para relajarme y disfrutar aunque sea un momentito del vuelo. Miré a mi derecha la butaca vacía y me imaginé que no estaba vacía, que estaba mi viejo volando conmigo. Le dirigí unas palabras de cariño y seguí al comando del aerodino.
Miro hacia abajo y estoy terminando de pasar por el Barrio Parque cuando inicio viraje de 90 a izquierda para básica. Le pongo 10 grados más de flaps y el avión tiende a encabritarse, pero también me anticipo y le doy presión al comando para aguantarle la nariz levemente abajo y no perder velocidad, que ya está en 70 millas.
Ya estoy en el tramo de básica, miro a mi izquierda y veo la pista un poco mas lejos que de costumbre, lo cual me va a permitir una aproximación muy cómoda. Pongo el aire caliente al motor, reduzco la potencia a unas 1500 RPM y viro para final. Controlo la velocidad, que en este tramo es crítica y voy regulando la potencia para mantener 70 millas en la aproximación y un régimen de descenso de unos 500 o 600 pies por minuto. Como el tramo final lo hice mas largo, para llegar a la pista tuve que venir con un poco mas de potencia que lo habitual, eso hizo que el avión aproxime mucho mas suave y afirmado. La turbulencia fuerte que había arriba, aquí a unos 250 pies de altura se calmó bastante.

Entro en final corta ya con motor totalmente reducido. Veo adelante mío la pista perfectamente alineada y toda para mi solo. Increíble! A unos 3 metros del piso empiezo a rotar el avión muy suavemente, con mucho cuidado de no sobrecomandarlo. Hoy el Cessna lleva 80 kilos menos, así que está sumamente sensible a los comandos. Sigo descendiendo elegantemente y ya estoy volando paralelo al piso a 1 metro y medio de altura. Normalmente en este punto el avión tiene que bajar y tocar, pero al estar mas liviano siguió volando casi 100 metros rozando la pista. Levanté despacio la nariz para que toque con el tren principal y suave, muy suavemente, el pájaro tocó tierra.
No podía creer que había hecho todo solo! Cuando salí de pista y me dirigía por la calle de rodaje hacia el hangar, lo ví a Alejandro que todavía caminaba por el rodaje nuevo. Le hice una seña que lo llevaba hasta el hangar y en respuesta levantó los pulgares bien altos mientras me señalaba que siguiera hasta el estacionamiento, que el iba a pie. Comuniqué a la torre el corte de frecuencia e hice el taxi hasta la plataforma sur. Estacioné el avión con una prolijidad que nunca antes me había salido. Hice la lista para la detención de motor y luego me bajé con calma, como el piloto de guerra que regresa de la misión número 100.
Puse en orden el cinturón, cruzado sobre la butaca y recuerdo que al pisar el suelo, sentí que todo se movía. Paradójicamente, en el aire estaba mas firme que en tierra!
En la puerta del hangar estaban Antonio y Alejandro Andueza con otra persona, me saludaron y luego de las consabidas felicitaciones y amenazas de baldazos de agua, lo vi llegar a Alejandro que también me felicitó. Yo también lo felicité a el, porque en definitiva algo tiene que ver con todo esto..
Después no recuerdo mucho lo que pasó.
Se que fuimos a anotar las horas que no pagué porque ese día no tenía plata, que comentamos el vuelo, que Ale me dijo que me vio muy prolijo y que charlamos alguna que otra cosa y que me volví a casa por la ruta 3, con el Mirafiori a 700 pies de altura todo el tiempo...
Cuando entré a casa, Ingrid me vio la cara, y sin que yo diga una sola palabra, me descerrajó: -¡Volaste solo!...

Este fue uno de los días mas importantes de mi vida. No importa si logro o no hacer una carrera volando aviones, por mas que mi libro de vuelos sea pequeño y humilde, este día será memorable para siempre. Lo tendré presente cada vez que vuele un avión y recordaré lo feliz que fui hoy. Ojalá, cada vez que despegue un avión, cualquiera sea el propósito, lo vuele con el mismo entusiasmo, alegría y responsabilidad, con que hoy volé este maravilloso Cessna 150."

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